En medio de mi exploración de la Patagonia, me quedé un mes en el verano en el pueblito de Trevelin, a fin de seguir con mi aprendizaje en bio construcción y de aprender un poco más sobre huerta. Trevelin se ubica en el norte de la Patagonia, a 35km de Chile y 300km de Bariloche, la cuidad más grande de la región. El pueblo se caracteriza por su importante comunidad galesa, y eso desde su establecimiento. En 1902, esta votó en favor de la soberanía argentina contra Chile. Hoy en día, parece que las asociaciones culturales tienen un papel importante en la conservación de la cultura galesa.
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Bienvenidos a Tierra Caracol
La granja donde he hecho mi voluntariado se ubica a unos 4 kilómetros de Trevelin. Elisabeth y Alejandro, los dueños del terreno que llamaron « Tierra Caracol », viven aquí hace cuatro años. Son joven y con muchos proyectos, a ellos le encantan su nuevo modela de vida y ante todo tienen muchas ganas de transmitir lo que saben a quien lo quiere. Dan inspiración y son de muy buena compañía.
Cuando se instalaron en su terreno, la primera cosa que hicieron fue de plantar árboles oles. A pesar de las montañas al rededor, no están suficientemente cerca, entonces el terreno es más una llanura, donde pasan los vientos patagones que pueden ser muy violentes. La casa de barro donde viven de momento, fue construida con otros voluntarios en dos veranos y una primavera. La casa es equipada con un panel solar y un tanque de agua. Ese permite calentar en los días soleados, pero ya que el sol no frecuenta después del verano, una resistencia fue también instalada para tener de agua caliente todo el año.
La casa dispone de baño seco y los residuos orgánicos se utilizan para hacer compost.
Además Eli y Ale tienen una huerta para su propio consumo, que fue expendiendo de a poco. Antes de estar transplantadas, algunas plantas se quedan unas semanas en un macetero en frente de la casa.
Y, por último, tienen un gallinero bastante grande, con unas gallinas que dan huevos y un gallo.
Un lugar común fue construido a la vez para los voluntarios pero también para los participantes de sus talleres que ellos organizan de vez en cuando. El lugar tiene una cocina, una pileta y una mesa. Los voluntarios duermen en su propia carpa al final del terreno, a lo largo de los árboles del vecino, un poco protegido del viento. Cuando hay solo un voluntario al mismo tiempo, se puede poner su carpa en el espacio común y es lo que hice durante una semana.
Por fin, los voluntarios utilizan un baño seco al final del terreno y una ducha de camping que se caliente con el sol. No hace falta decir que las duchas diarias son poco frecuente.
Bio construcción en Tierra Caracol
Durante mi estadía en Tierra Caracol realicé principalmente tareas de bio construcción. Era para construir una casa en el mismo terreno, que deberá estar aquillado a la semana o servir para hospedar a amigos o a los próximos voluntarios.
Cuando llegué, habían empezado a construir esta casa un mes antes, había el suelo y las vigas. Mi primera semana, preparamos y realizamos un taller de bio construcción que Eli y Ale habían organizados y por lo cual vinieron unas quince personas.
Las diferentes técnicas para las paredes
Esencialmente gracias al taller, he aprendido muchas técnicas, pero introduciré solamente las que utilizamos en la practica.
Se trata de adaptar la técnica según el aislamiento deseado, el clima y los recursos disponibles.
En la base de cualquiera técnica, es necesario producir barbotina (arcilla y agua) mezclada con arena y paja. Según la técnica y el aislamiento deseado, hay que cambiar las proporciones de cada unos de los cuatro ingredientes.
Para las paredes exteriores, vamos a optar por un aislamiento más fuerte, del frío como del calor, y darlas unos vente centímetros de anchos. Es puede utilizar la técnica de la « paja encofrada », una técnica que requiere mucho tiempo pero que garantiza un real aislamiento. Se trata de poner paja humedecida con barbotin y de pisarla con un palo en un encofrado. Una vez que sea pisada hasta el techo, hay solo que retirar el encofrado y moverlo en otra parte de la pared.
Para las paredes interiores que no necesitan tanto aislamiento, se puede utilizar la técnica de la « quincha ». Por eso, hay que construir antes la structura de la pared, y después la llenar con la mezcla adecuada.
Tanto para cuestiones de aislamiento que de estética, hay que poner revoques, uno grueso primero y al final.
La técnica de los adobes requiere también mucho tiempo para realizarla, pero una vez los ladrillos constituidos, la edificación de la pared está bastante rápida. Hay que pisar la arcilla con agua en una « pileta » hasta que llegamos a la consistencia más adecuada. Luego, hay que retirar la mezcla y dejarla en un molde para los ladrillos. Por último, hay que dejarlos secar tres semanas, dándolos vuelta con frecuencia para que se sequen suficientemente.
Construcción del techo
Tuve también la suerte de participar un poco en la construcción del techo. Con un amigo Ale puso en dos días las vigas laterales. Yo ayudé a clavar las maderas y el plástico aislante y también a aislar las vigas con un aceite especial.
Después de que me haya ido, la próxima etapa fue de poner el aislante sobre la madera. Existe muchas técnicas, han elegido utilizar aserrín con barbotina. Parece que esa técnica permite obtener un aislamiento tan bueno que con la lana de vidrio.
Una huerta en Tierra Caracol
La segunda tarea que realicé en Tierra Caracol fue de trabajar en la huerta. Todos los días antes del atardecer, uno de nosotros regaba las plantas. Puede ser que sea un poco pesado todos los días de todo el año, pero durante eso corto tiempo que lo hice me encantó y lo encontré también un poco meditativa.
Cuando estaba, la huerta tenia: lechugas, rúculas, remolachas, rábanos, papas y cebollas verdes.
Una huerta necesita obviamente muchos cuidados, como limpiar los pasillos, sacar los bichos que atacan las plantas, etc. Preparé una cama para sembrar y además transplantamos una remolacha.
Durante mi estudio, trabajábamos todas las mañanas de lunes a viernes de las 8h a las 13h. Almorzábamos siempre todos juntos lo que Eli había preparado. Las tardes eran libres y por el atardecer había que regar la huerta (unas treinta minutos). A mi me gusto mucho mi experiencia en Tierra Caracol, por las cosas aprendidas pero también por el ambiente amable que hay.